LA DIPLOMACIA DE MARRUECOS CORONADA EN EL CONSEJO DE SEGURIDAD: EL TRIUNFO DE UNA VISIÓN REAL.

La adopción, este viernes, de la resolución 2797 por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas marca un giro histórico en el tratamiento del dossier del Sáhara marroquí. Respaldada por 11 de los 15 miembros del Consejo, entre ellos Estados Unidos, Francia y el Reino Unido, esta resolución reconoce la Iniciativa marroquí de autonomía como la «base única y creíble» para resolver este diferendo regional. Tras este éxito diplomático se perfila la huella de una visión real constante, la de Su Majestad el Rey Mohammed VI, cuya estrategia paciente y metódica ha permitido a Marruecos consolidarse en la escena internacional.

Una diplomacia de largo aliento

La resolución del 31 de octubre de 2025 no es fruto de la casualidad. Se inscribe en el surco de una diplomacia real concebida a largo plazo, fundamentada en la claridad de los principios, la coherencia de las acciones y la credibilidad de los argumentos. Esta diplomacia es «estratégica en su visión, integral en su enfoque y clara en sus objetivos».

Desde Su entronización en 1999, Su Majestad el Rey Mohammed VI ha convertido la causa del Sáhara en una prioridad nacional, pero también en un impulso para el reposicionamiento de Marruecos en su entorno regional e internacional. Lejos de reacciones emotivas o posturas confrontaciones, el Soberano ha privilegiado un enfoque basado en el realismo político, el desarrollo económico y el diálogo multilateral.

El regreso triunfal a África

Uno de los ejes centrales de esta estrategia fue el regreso de Marruecos a la Unión Africana en 2017, después de más de treinta años de ausencia. Esta decisión, meditada en profundidad, permitió al Reino reintegrarse en el tablero continental y proyectar en él su visión. Más de 50 visitas reales a una treintena de países africanos, la firma de más de 1.000 acuerdos de cooperación, el proyecto del gasoducto Nigeria-Marruecos o la Iniciativa para el acceso de los países del Sahel al Atlántico: he ahí logros concretos que han reforzado el anclaje africano de Marruecos y aislado progresivamente las tesis de sus adversarios.

Diversificación de alianzas y apoyos internacionales

La diplomacia marroquí también se ha distinguido por su capacidad para diversificar sus alianzas mientras consolidaba las tradicionales. Estados Unidos, durante la administración Trump, reconoció en 2020 la soberanía marroquí sobre el Sáhara. Francia, España, Alemania y el Reino Unido han brindado sucesivamente su apoyo al plan de autonomía, subrayando su carácter «serio, realista y creíble».

Paralelamente, Marruecos ha sabido tejer lazos sólidos con potencias como Rusia, China o India, manteniendo un papel activo en los foros multilaterales, especialmente en la ONU, donde participa con hasta 2.000 Cascos Azules en operaciones de mantenimiento de la paz.

El desarrollo de las Provincias del Sur: la prueba indiscutible

La diplomacia real no se ha limitado a los círculos políticos. Se ha materializado en un modelo de desarrollo integrado para las Provincias del Sur. Lanzado en 2015, el Nuevo Modelo de Desarrollo de las Provincias del Sur ha movilizado más de 80.000 millones de dírhams en infraestructuras portuarias, zonas industriales, proyectos de energías renovables y programas sociales. Estos logros tangibles han servido de escaparate al compromiso de Marruecos con el progreso y la estabilidad regional.

Una mano tendida hacia Argelia y las poblaciones de Tinduf

En Su discurso pronunciado horas después de la adopción de la resolución, Su Majestad el Rey Mohammed VI ha dado nuevamente muestra de una notable altura de miras. A la vez que saludaba una «victoria histórica», el Soberano insistió en la búsqueda de una solución «sin vencedores ni vencidos». Renovó Su llamamiento al presidente argelino, AbdelmadjidTebboune, para un «diálogo fraternal y sincero», e invitó a las poblaciones de los campamentos de Tinduf a «reintegrarse a la madre patria».

«Todos los marroquíes son iguales», afirmó, garantizando así la inclusión y la dignidad de todos.

Un balance elocuente

Hoy, más de 125 países apoyan el plan de autonomía marroquí. El número de Estados que reconocen a la rasd ha descendido de 70 en el año 2000 a 25 en 2025. Marruecos, bajo el liderazgo de Su Majestad el Rey Mohammed VI, ha sabido transformar un diferendo regional en una oportunidad de proyección internacional.

Este 31 de octubre de 2025 permanecerá en la memoria como la fecha en que la diplomacia marroquí, impulsada por la visión de su Soberano, ofreció al mundo una lección de constancia, paciencia y eficacia.