MARRUECOS ALCANZA LA CIMA MUNDIAL SUB-20: LA VICTORIA DE UNA ESTRATEGIA CONCEBIDA DESDE EL MÁS ALTO NIVEL

La consagración de los “Leoncitos del Atlas” en el Mundial Sub-20 de 2025 no es un hecho fortuito ni un triunfo deportivo aislado. Es la culminación de una visión política y estratégica impulsada desde hace casi dos décadas por Su Majestad el Rey Mohammed VI. El 19 de octubre de 2025, cuando el conjunto marroquí alzó el trofeo, el país entero celebró algo más que un título: celebró el resultado tangible de un proyecto de Estado construido con paciencia, método y ambición.

Este éxito es el fruto maduro de políticas públicas sólidas y de una visión real de largo aliento que ha hecho del deporte un instrumento de transformación social y un motor de desarrollo nacional.

La visión real: piedra angular de una revolución deportiva

La génesis de este proyecto se remonta a 2008, cuando Su Majestad definió el deporte como un eje estratégico para el país. En su histórico mensaje a las Asambleas Nacionales del Deporte, el 24 de octubre de ese año, afirmó: «Atribuimos a este acontecimiento la importancia que merece, esperando que marque un nuevo punto de partida para la promoción del deporte marroquí

A partir de ese momento, el deporte dejó de ser considerado un simple pasatiempo para convertirse en un pilar estructurante de las políticas públicas. El Soberano subrayó entonces su papel crucial al declarar: «El deporte es, en este sentido, un poderoso motor de desarrollo humano, de inclusión, de cohesión social y de lucha contra la pobreza, la exclusión y la marginación

Esa visión ha guiado todas las reformas emprendidas en el sector: construir una política deportiva coherente, moderna y transversal, con impacto directo en la sociedad y el territorio.

Academia Mohammed VI: laboratorio de talento y excelencia

El símbolo más visible de esta política es la Academia Mohammed VI de Fútbol, inaugurada en 2006. Lejos de ser un simple centro de entrenamiento, se ha convertido en una institución de referencia internacional. Su enfoque integral —basado en la excelencia deportiva, la formación académica y el desarrollo personal— ha permitido forjar una generación de jugadores con un perfil técnico y mental de alto nivel.

Cinco integrantes de la selección campeona mundial Sub-20 se formaron en esta cantera de élite, prueba concreta de la eficacia de una estructura moderna y profesional. Este logro responde directamente al llamado Real a desarrollar «proyectos con fuerte impacto y alto valor añadido» mediante alianzas entre sectores estratégicos como la educación, la salud y el deporte.

Infraestructuras inclusivas: sembrar talento en todo el territorio

El éxito marroquí no se explica únicamente por la formación de élite. La fuerza de esta estrategia reside también en su dimensión territorial e inclusiva. Bajo la impulsión de Su Majestad, el Reino ha desplegado una amplia red de infraestructuras deportivas de proximidad, multiplicando campos de barrio, centros descentralizados y espacios dedicados a la práctica deportiva en zonas urbanas, populares y rurales.

El Soberano lo expresó con claridad: «Nuestro objetivo supremo es dinamizar la práctica deportiva en nuestras ciudades, pueblos y barrios, especialmente en los más populares, que constituyen un reservorio inagotable de talento para nuestro país

Gracias a esta red nacional, miles de jóvenes han podido acceder al deporte en condiciones adecuadas, facilitando la detección de talentos y su proyección hacia el alto nivel.

Un proceso coherente, con frutos visibles

La coronación Sub-20 es un eslabón más en una cadena de éxitos que confirma la eficacia de una estrategia estructurada. La histórica semifinal de los Leones del Atlas en el Mundial de Catar 2022, el ascenso de las selecciones juveniles y la consolidación de la selección femenina nacional ilustran un impulso sostenido, fruto de planificación y coherencia institucional.

Esta dinámica refleja una política deportiva moderna que combina planificación estratégica, inversión en infraestructura y valorización del talento nacional. Marruecos ha pasado de aspirante a protagonista en la escena futbolística africana y árabe.

Liderazgo continental y proyección internacional

Al levantar la Copa del Mundo Sub-20, Marruecos no solo inscribió su nombre en el palmarés de la FIFA, sino que reafirmó su liderazgo deportivo en África y en el mundo árabe. Este triunfo es la expresión más nítida de un modelo nacional basado en una visión real clarividente, en la constancia institucional y en un trabajo de fondo.

En 2008, Su Majestad ya había anticipado este camino al expresar su «plena confianza en el gran potencial del deporte marroquí». Hoy, esa confianza se materializa en un país que se ha convertido en «modelo ejemplar», uniendo a su pueblo en torno al deporte y reforzando su prestigio internacional.

La victoria de 2025 no marca un cierre, sino el inicio de una nueva etapa. Marruecos ha comprendido que el deporte no es únicamente pasión o entretenimiento: es una política de Estado y un instrumento de proyección global.